lunes, 26 de octubre de 2015

Mortalidad infantil. Contrastes en el primer y tercer mundo

Objetivo 4 de los "Objetivos de Desarrollo del Milenio": Reducir la mortalidad infantil 

Foto tomada por Kevin Carter. Publicada en el New York Times (1993). Premio Pulitzer (1994)
Definición de mortalidad infantil: número de muertes de menores de cinco años dividido entre el total de nacimientos de un país o región en un año.

Afganistán, Malí, Somalia, República Centroafricana... Estos son algunos de los principales países donde la tasa de mortalidad infantil es la más alta del planeta. Todos correspondientes al denominado tercer mundo. En comparación con las cifras de los países del primer mundo son abismales, y es aquí donde hay que actuar para reducir en lo posible la diferencia entre primer y tercer mundo [Imagen 1].

Imagen 1. Tasas de mortalidad infantil en el mundo. Fuente: indexmundi.com
En 2010 se estimó que moría un niño cada 4 segundos. Esto son 22 000 niños cada día. Y más de 8 millones de niños cada año. Actualmente la media mundial se encuentra en torno a los 6 millones de fallecimientos. Estas cifras pese a ser alarmantes se están reduciendo cada año [Imagen 2] gracias a las ONG y su colaboración en las vacunaciones, gobiernos y comunidades locales; situándose en el punto más bajo desde que se tienen datos, pero aún estos son insuficientes.

Imagen 2. Bajada por décadas de la mortalidad infantil. Fuente: humanium.org
Las causas de la mortalidad infantil son diversas, pero principalmente se concentran en seis:
  • Neumonía (19 %)
  • Diarrea (17 %)
  • Nacimiento prematuro (10 %)
  • Infecciones neonatales (10 %)
  • Malaria y paludismo (8 %)
  • Falta de oxígeno al nacer (8 %)

Individualmente o en combinación entre ellas, junto con la desnutrición, son responsables de la gran mayoría de muertes infantiles en el mundo. Las soluciones a esto pasan por la mejora de la nutrición en niños, mejorar las condiciones de agua potable e higiene, y así como mejorar la salud materna (ODM nº 5) y avanzar en la lucha contra el VIH y otras enfermedades (ODM nº 6). La gran mayoría son fácilmente evitables.

Buenos ejemplos de medidas a tomar son, por ejemplo, el uso de mosquiteras, que reducirían hasta en un 60 % las muertes por esta cauda. Con las vacunaciones contra el sarampión y una mejora en la higiene bajarían también las tasas en un 50 % y 33 %, respectivamente.

Así como datos esperanzadores se encuentra la reducción entre 1990 y 2015 de 90 a 43 muertes por cada 1000 niños nacidos en el mundo. También la reducción de 13 millones de muertes en niños menores de 5 años a la actual de 6 millones. Se ha recorrido camino, pero aún queda bastante por recorrer.


Fuentes:
http://www.unicef.org/spanish/mdg/childmortality.html
http://www.fao.org/post-2015-mdg/mdg/goal-4/es/
http://www.un.org/es/mdg/summit2010/pdf/MDG_FS_4_SP.pdf 
http://www.humanium.org/es/mortalidad-infantil/
http://mdgs.un.org/unsd/mdg/Resources/Static/Products/Progress2015/Spanish2015.pdf

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